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Entrevista, jueves 5 de abril: Carolina Cosse

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La ministra de Industria, Energía y Minería se refirió al balance 2017 presentado por Ancap y a la situación actual de la regasificadora de Gas Sayago.

Video de la entrevista

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EN PERSPECTIVA
Jueves 05.04.2018, hora 8.19

EMILIANO COTELO (EC) —Ancap está cambiando la pisada. Esta semana, las autoridades del Ministerio de Industria, Energía y Minería (MIEM), junto con el directorio de la empresa, informaron que en el año pasado, 2017, por segundo año consecutivo, el balance financiero arrojó ganancias, en este caso por US$ 39 millones.

Es un resultado positivo para la administración, que, de todos modos, reconoce dificultades en algunos negocios del ente. A grandes rasgos, siguieron siendo superavitarias las divisiones combustibles y lubricantes, aunque con ganancias inferiores a las de 2016, y los negocios de gas y pórtland redujeron sus pérdidas pero se mantuvieron en rojo.

Paralelamente, el Poder Ejecutivo decidió no renovar el memorándum de entendimiento firmado el año pasado con la petrolera Shell por el cual se analizaba la viabilidad de instalar una empresa regasificadora de menor porte que el proyecto original, el que quedó por el camino en 2015.

Estos dos temas son el punto de partida para esta entrevista con la ministra de Industria, Energía y Minería, Carolina Cosse.

Empecemos con la noticia de esta semana. Si miramos a grandes rasgos las pérdidas de US$ 800 millones que tuvo Ancap entre 2011 y 2015, y agregamos lo más nuevo, los superávits de 15 millones en 2016 y de 39 millones en 2017, en general, en primer lugar, ¿cuál es la lectura que ustedes hacen?

CAROLINA COSSE (CC) —Es una lectura positiva, es una lectura de respaldo a un trabajo serio y responsable que se está realizando, y que hay mucho más por hacer. Además creo que el equipo de trabajo es consciente de que hay mucho más por hacer y hay algunos rumbos ya marcados, algunos que marcamos desde el inicio, como la problemática de los negocios deficitarios, pórtland, por ejemplo, que sigue siendo deficitario pero el déficit ha bajado cuatro veces, o sea que hay un trabajo que se está realizando ahí y que tiene que continuar. Así que respaldo y continuar.

EC —De acuerdo al plan trazado y al cronograma de inversiones, ¿qué es lo que se espera para este 2018? ¿Hay ya una previsión?

CC —Sí, pero no me quiero adelantar, porque falta mucho para que termine el 2018, hay mucho trabajo por hacer, y además hay algunas variables que no podemos manejar, como el tipo de cambio, el precio del crudo. Entonces tenemos que ir ajustando. Cada seis meses informando a la población cómo va el avance.

EC —La oposición vio con alivio que se consolide un rumbo más ordenado en Ancap, pero advirtió que los números esconden un subsidio que, además, complica a varios sectores de la actividad nacional. El contador Diego Labat, que integra el directorio de Ancap por el PN, lo planteaba en estos términos ayer:

(Audio Diego Labat.)

El problema es que hoy el resultado de Ancap se sostiene con precios de los combustibles que no son competitivos. Por eso pongo en cuestión ese optimismo que se muestra. Está bien el resultado positivo, lo festejo y lo aplaudo, pero vamos a estar de verdad bien el día que tengamos resultados positivos con precios competitivos. Si no, se está sosteniendo artificialmente un resultado.

(Fin audio.)

EC —¿Qué dice sobre este análisis?

CC —En líneas generales estoy de acuerdo con Labat, creo que todos queremos que los precios de los combustibles sean más competitivos, por supuesto. Pero además el subsidio al que tú hacías referencia… por ejemplo, hay un promedio de US$ 35 millones por año en los últimos tres años de subsidio al GLP, a las garrafas para la población. ¿Y eso está mal? No está mal, logramos precios razonables para cuestiones que son para el hogar de todos los uruguayos. Hay que ver toda la película.

EC —Acá es otro tipo de subsidio, es un subsidio de la población y de los sectores productivos a Ancap, para que Ancap mejore sus números.

CC —No, lo que estoy comentando es un subsidio expreso de Ancap, que vende un producto por debajo de su costo para que la población tenga las garrafas a un costo razonable para los hogares. Ese es un caso que estoy nombrando, por eso decía que hay que continuar. Y creo que se ha dado un paso muy importante pero que pasa un poco desapercibido: hace un par de años yo comenté y compartí con el directorio de Ancap la ambición que tenía de que se publicara la paramétrica. Y hemos dado un paso muy importante, porque está publicada en la página web de Ancap una tabla en la cual tú podés entrar con el tipo de cambio y el precio del barril y te conduce a cuál debería ser, con los costos de Ancap, el precio de las gasolinas, de la nafta, del gasoil. Eso no pasaba antes y me parece un paso en un camino de transparencia muy importante. Por otro lado hay una gran cantidad de cuestiones en los costos de Ancap que hay que seguir trabajando. Es en eso que se está trabajando.

EC —Pero cuando yo me refería al subsidio, me refería a ese número de US$ 400 millones por año. Usted lo ha escuchado, lo manejó por ejemplo Pedro Bordaberry: “Dicen que Ancap dio ganancias; nuestro equipo estima un sobrecosto de los combustibles de 400 millones de dólares por año; o sea que para ganar 39 millones, nos cobraron 400 de más”.

Y ayer Alfonso Capurro, de CPA Ferrere, manejó un número parecido: “Los datos de Ursea revelan que en 2017 hubo un sobrecosto, que pagaron consumidores y productores, del orden de US$ 420 millones, en su mayoría sobrecargados sobre el gasoil”.

CC —No, no, hay un error importante en esas comparaciones. Uno puede hacer una danza de números y sustentar razonamientos en una estructura numérica de manera que se logren titulares de ese tipo. Tengo mucho respeto por los economistas, los profesionales y los parlamentarios que están haciendo eso, pero lo están haciendo, en un caso, es comparar con el PPI (precio de paridad de importación) de Ursea, que viene modificando su metodología de cálculo de PPI. Y hay cuestiones que hay que tener en cuenta. Por ejemplo, recién este año la Ursea tiene en cuenta la introducción de biocombustibles, que es obligatoria, y para eso utiliza el precio de los biocombustibles de Brasil y Argentina, que están terriblemente subsidiados. Entonces hay que tener cuidado con esas comparaciones. Y también tenemos que avanzar en la transparencia del cálculo del PPI para que la población esté bien informada. De todos modos, eso no quita que haya que trabajar en la competitividad del precio de los combustibles. Pero esa cifra de US$ 400 millones…

EC —Discutamos los US$ 400 millones. Es una posibilidad que el número no tenga sustento, que no sea correcto.

CC —No lo tiene, yo le digo que no lo tiene.

EC —Lo que es un hecho es este cuadro, que actualiza cada tanto SEG Ingeniería, que muestra cómo están los precios de energía en la región. Si tomamos el gasoil, resulta que en Uruguay está a US$ 1,42, cuando en la región el más caro, aparte, es el de Argentina, a US$ 1,15, pero en Chile está en US$ 0,92 y en Brasil en US$ 1,05. La nafta en Uruguay está en US$ 1,77 y la más cara en la región es la de Chile, a US$ 1,33, y en Brasil está a US$ 1,30 y en Argentina a US$ 1,32. Tenemos combustibles por arriba de la región.

CC —Por supuesto, eso está bien, y por eso tenemos que seguir trabajando. Nunca vamos a ser Brasil o Argentina, porque son mercados, órdenes de magnitud más grandes que los de Uruguay y con otros recursos. Son países productores de hidrocarburos. Los tenemos que tomar como una referencia para saber que hay que seguir trabajando, pero también tenemos que tener la razonabilidad de entender que no somos Brasil ni Argentina, ni lo seremos, pero tenemos que seguir trabajando. Hay que seguir trabajando, me encantaría bajar el precio de los combustibles, lo precisa la industria, lo precisa el país.

EC —¿Hay alguna posibilidad cercana de nuevas medidas en esa dirección?

CC —Nosotros vamos a estar trabajando siempre en eso y revisando esos temas constantemente. El año pasado se revisó a mediado de año y se bajó un 8 % el gasoil. Podríamos haberlo bajado un 8 % más si la parada de la refinería no se hubiera extendido seis meses más de lo necesario.

EC —¿Y por qué se extendió seis meses más de lo necesario?

CC —Por conflictividad.

EC —Ahí hay un factor, cómo juega la Federación Ancap (Fancap) en este partido.

CC —Tenemos que estar todos del mismo lado. Por eso son importantes el diálogo y la comprensión de todos los temas. Me parece importante la invitación constante a todos los trabajadores y a su asociación, Fancap, a integrarse a los ámbitos de discusión, incluso a los ámbitos de discusión estratégica hacia delante. Ancap viene haciendo lo mismo desde hace 80 años, es hora de que se plantee, en el siglo XXI, en una realidad que ha cambiado en todo el mundo y en el Uruguay también, cómo tiene que plantear su negocio, con mucha más eficiencia, y además qué otros modelos de negocios tiene que incorporar.