Entrevista con Cecilia Pérez Mondino, profesora de Historia Cultural.
EN PERSPECTIVA
Viernes 09.03.2018, hora 7.49
EMILIANO COTELO (EC) —Ayer, con motivo del Día Internacional de la Mujer, tuvo lugar otra movilización multitudinaria por el Centro de Montevideo.
La marcha comenzó en la plaza Cagancha y finalizó en la explanada de la Universidad de la República. La Intersocial Feminista fue la organización convocante, pero contó con la adhesión y colaboración de otros colectivos sociales, sindicatos, el PIT-CNT y dirigentes y grupos políticos. Varios gremios paralizaron sus actividades por 24 horas y otros lo hicieron en la tarde, como marcaba la central sindical.
En el llamado de la Intersocial Feminista se destacó que “la desigualdad genera la cultura machista que produce violencia sexual, acoso, trata, prostitución forzada y violencia institucional”.
Vamos a darle contexto a esto que vimos y sentimos ayer. ¿Cómo ha evolucionado en Uruguay el movimiento feminista? ¿Qué es lo que ha cambiado últimamente?
Vamos a charlarlo con Cecilia Pérez Mondino, profesora de Historia en secundaria y profesora de Historia Cultural en la Universidad CLAEH, en la Licenciatura en Gestión Cultural en la Facultad de la Cultura.
Las demostraciones públicas por el Día Internacional de la Mujer son cada vez más grandes, acá y afuera.
CECILIA PÉREZ MONDINO (CPM) —Impresionante. Ayer acá fue mayor que la del año pasado, pero hay que ver lo que fue en el mundo, lo que nos mostraban los noticieros internacionales, lo que fue en España, en Madrid y Barcelona, que fue por primera vez, 5 millones de mujeres. En muchísimos países en Europa, pero también en Turquía, en Irak. Realmente es un fenómeno mundial, y eso claramente influye aquí también.
EC —Es interesante también el alcance que ha logrado en algunos países la idea del paro de mujeres, que ahora se ha incorporado también a la movilización. Acá todavía resulta difícil evaluar qué pasó, pero en algunos lugares, como España, tuvo su significado. Parece bastante claro que el movimiento feminista, así dicho en términos muy generales, tiene más adhesiones. Si lo ubicamos en perspectiva histórica, ¿qué significa esto?
CPM —Se podría decir que el movimiento feminista surge a comienzos del siglo XX, en el Uruguay del 900. Eso ha sido muy bien estudiado, en los años 80 en Uruguay se creó un grupo de estudios de la condición de la mujer, entre las cuales estaban la profesora Graciela Sapriza y Silvia Rodríguez Villamil, que ya falleció. Ellas hicieron un importante aporte a los estudios de la condición de la mujer, que era una manera nueva de ver cosas en la historia. Antes eso no se tenía en cuenta, la historia siempre ha sido un poco la historia de los hombres.
EC —Aquellos movimientos de fines del siglo XIX tenían dos líneas, las sufragistas y las obreras.
CPM —Claro, los derechos de las trabajadoras, que por supuesto ganaban menos, y lo del voto, que se acentúa a comienzos del siglo XX. A la altura de la Primera Guerra Mundial el tema del voto es universal, en Uruguay ya se discute el voto femenino cuando se reforma la Constitución en 1917 y se plantea que el sufragio será universal, pero para que la mujer pudiera votar se lo dejó para que la Asamblea General aprobara una ley, y como eso requiere una mayoría especial se va dilatando y el sufragio recién se logra en 1932.
EC —Justamente, Graciela Sapriza escribe una nota hoy en Brecha en la que dice que aquel logro fue opacado por el golpe de Estado de marzo del 33.
CPM —Exactamente, como hubo un golpe de Estado se cambió la Constitución en el 34, ahí se inscribe el voto femenino, pero las mujeres recién votan en el 38. De todas maneras es bastante temprano si comparamos con lo que ocurre en el resto de América Latina. Pensemos que en Argentina el voto femenino recién se inscribe cuando Perón reformó la Constitución en el 51 para ser reelegido.
EC —Veinte años después.
CPM —Y en otros países pasa lo mismo. Pero no solo el voto, el gran cambio viene de los 80 para acá, cuando se empiezan a ver grupos que antes no se tenían en cuenta, cuando aparecen las reivindicaciones de algunas minorías –aunque las mujeres no somos una minoría– también aparece una lucha distinta del feminismo.
EC —Graciela Sapriza sostiene: “Las mujeres tuvieron un papel protagónico en la lucha de resistencia en la dictadura”.
CPM —Claro, el rol de las madres y de los presos y todas esas cosas, que han sido estudiadas. ¿Quiénes iban, quiénes se movían? Las madres, las mujeres.