Entrevista con Luis Mayobre, director de la Fundación Pura Vida en Casavalle.
viEN PERSPECTIVA
Lunes 05.03.2018, hora 8.22
EMILIANO COTELO (EC) —El megaoperativo policial se llamó Mirador. Se desarrolló sorpresivamente el miércoles 20 de diciembre del año pasado en Casavalle, una zona que conocíamos por su marginación y por algunas estadísticas duras en materia seguridad pública; por ejemplo, la tasa que tiene en materia de homicidios sin aclarar es la más alta de la ciudad. Ahora se sumaba otra faceta inquietante: una banda de narcotraficantes venía expulsando gente de sus casas.
Los meses pasaron y los crímenes continuaron. El 19 de febrero, por ejemplo, un joven murió acribillado de seis balazos a las 4 de la tarde. En el megaoperativo se detuvo a los cabecillas de la banda de criminales Los Chingas, pero poco después se supo que habían sido relevados por otros. “Es como si tuvieran primera, segunda y tercera (generación) que los van sustituyendo”, dijo el ministro del Interior, Eduardo Bonomi, cuando lo entrevisté la semana pasada en Telemundo.
Bonomi reafirmó que para combatir estos fenómenos no alcanza con el trabajo policial, sino que se necesita, en general, más presencia del Estado.
(Audio Eduardo Bonomi.)
Hay cosas que están pasando en Uruguay que la Policía tiene que tratar de contener. Pero para que haya una solución tiene que haber un shock de políticas sociales, de vivienda, de urbanización. Diferente de lo que hay hoy. Va a dar una solución a mediano y largo plazo.
(Fin audio.)
¿Cómo está Casavalle hoy en día? ¿Cómo viven esta situación quienes trabajan allí?
¿Cuántos años hace que trabajás en el barrio Borro, que es la zona específica dentro de la cuenca del Casavalle?
LUIS MAYOBRE (LM) —En el centro mismo estoy desde hace 20 años, pero como maestro he trabajado desde antes. Desde que me recibí prácticamente, en el 85, trabajé en la escuela 129, que es la escuela de Maroñas, y muy vinculado al trabajo que hacía el padre Cacho en toda esa zona. Así que hace unos cuantos años que estoy muy vinculado a toda esa zona.
EC —En el sitio web ustedes definen el Centro Educativo Nueva Vida como un proyecto “de promoción humana”. Desarrollemos esa idea.
LM —La expresión “promoción humana” era muy común hace unos años. En mis épocas juveniles se hablaba mucho de esa promoción, de tratar de promover los derechos ciudadanos de las personas, la integración a la sociedad. Lo que busca es eso justamente. Somos conscientes de la marginación que ha sufrido mucha gente, sobre todo en esa zona, y la idea era que nuestro centro promoviera esa integración, que promoviera la adquisición de derechos y de obligaciones también, que es muy importante.
EC —Ese es un matiz relevante en esta discusión.
LM —Totalmente. Da para toda una discusión, pero básicamente esa es la idea.
EC —Detrás del Centro Nueva Vida está el Movimiento Focolar. ¿Qué es?
LM —El Movimiento Focolar es un movimiento surgido dentro de la Iglesia católica. Alude a una palabra que proviene del Trentino, que es el fogolar, que es una habitación que existía en las casas donde había un fuego central, una especie de estufa a leña, pero central y rodeada de bancos donde se reunía la familia. Este movimiento surgió en Italia, es muy particular porque es un movimiento esencialmente laico, fue llevado adelante por una mujer, Chiara Lubich –en estos días estamos recordando su fallecimiento–, y pretende que su dirección siempre sea ejercida por una mujer. El movimiento nace dentro de la Iglesia católica, pero después se expande, porque lo que busca básicamente es la fraternidad universal. Entonces hay gente de otras denominaciones cristianas –que es lo que más nos duele, el hecho de estar separados de otros hermanos cristianos–, pero también de otras religiones y aun personas que no tienen ninguna creencia en particular pero comparten nuestros valores.
EC —Así que funciona de una manera muy amplia en su composición.
LM —Exactamente.