Columnas

Viaje a la Base Artigas, un espacio uruguayo dedicado a la investigación y al desarrollo científico en la Antártida

Por

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Uruguay es uno de los 53 miembros actuales del Tratado Antártico y es un uruguayo, el capitán de navío Albert Lluberas, quien encabeza este mecanismo que regula la vida en el continente blanco.

La Antártida es un lugar al que Uruguay le dedica particular atención porque no es fácil mantener un sitio de investigación científica de forma permanente, como es el caso de la Base Científica Antártica Artigas.

Mauricio Rabuffetti, columnista de En Perspectiva, viajó hasta allí. En estos días se encuentra en la Antártida, y por eso quisimos aprovechar esta oportunidad para conversar sobre la actividad que nuestro país desarrolla en esa zona tan alejada del planeta.

RA: Mauricio, buen día. Buenos y helados días me imagino.

MR: Buenos días Romina, buenos días a la audiencia de En Perspectiva. Sí, helado es una palabra acorde. Aunque en los últimos días hubo un par de pleno sol la temperatura siempre es muy baja, rondando los cero grados centígrados. Pero sobre todo el viento –y claro la nieve permanente- son los factores que determinan que uno sienta que está luchando en todo momento contra los elementos.

RA: Comencemos por lo primero. No llegaste a la Antártida como ocurre habitualmente, o como llega la mayoría de la gente, en avión, sino en barco. ¿Cómo es eso?

MR: Exactamente. Viajé invitado por la Armada Nacional a bordo del buque multipropósito “ROU 04 General Artigas”, que este año, por las dimensiones de la tarea de abastecimiento, mucho más importante que en ocasiones anteriores, se trasladó hasta el polo sur.

RA: Ahora vamos a las razones de esta misión de gran volumen a la que te referiste recién. Pero me gustaría detenernos brevemente en un repaso de esa experiencia a bordo de un buque uruguayo de abastecimiento en una navegación que tomó ¿cuántos días…?

MR: Cuatro días más uno de espera para poder ingresar a la bahía Collins frente a la cual está instalada la base uruguaya. Fue una experiencia muy interesante como se podrán imaginar los oyentes, en especial cuando uno no tiene noción de las dimensiones y del esfuerzo logístico que supone organizar un viaje de estas características, con una tripulación de más de 120 personas que partió hace unos 15 días de Montevideo y tal vez demore otros 15 días en llegar y pase –por ejemplo- la Navidad a bordo. Yo viajé por mis medios a Punta Arenas, al sur de Chile, donde embarqué en el “ROU 04” para un viaje que, debido al clima, que es un factor preponderante aquí, condicionante debería decir, se atrasó un día, día y medio antes de poder acercarse a la Base Artigas y tuvo que fondear en una caleta, la caleta Potter si alguno la quiere buscar en el mapa, en medio de una tormenta de viento y nieve que obligó a hacer tiempo. El viaje en sí tiene sus particularidades y no hablo aquí de los paisajes espectaculares que pueden observarse al asomarse. A bordo todo funciona gracias una distribución específica de tareas que va desde la cocina hasta los responsables de carga, desde los marineros hasta el capitán o comandante del buque. Por sobre todas las cosas, porque sé que me vas a decir que tengo que resumir, lo que pude observar es un gran trabajo de equipo, cada uno en sus funciones colaborando. Sería imposible si no un viaje de estas características, que supone cruzar lugares de peligro como el estrecho de Drake por ejemplo.

RA: Te pregunto entonces cuál es el objetivo de esa misión del “ROU 04 General Artigas” en particular. Recordemos que En Perspectiva estuvo transmitiendo desde ese buque, próximo a la fecha de conmemoración de los 200 años de la Armada Nacional.

MR: El objetivo de este viaje es el abastecimiento de comida y enseres a la base Artigas. Es un viaje que se realiza anualmente combinado con vuelos de Fuerza Aérea, y que es indispensable para que la dotación de personal de la base uruguaya pueda vivir todo el año aquí, en particular las 10 a 12 personas que pasan el invierno en la Antártida. En este caso el barco transportaba 105 toneladas de víveres y materiales de construcción. Luego vamos a poner a disposición algunas imágenes de la maniobra de descarga que se realiza desde el barco hacia la costa, algo realmente impresionante por la cantidad de gente involucrada y lo delicado del transporte que se hace por mar, en gomones más pequeños. Lo compartimos en la web de En Perspectiva. Esta vez el barco que vino es el mayor de la flota uruguaya, una nave de 119 metros de eslora o largo que se desplaza a unos 12 nudos, poco más de 20 km/hora. Lo más importante en este caso es la descarga de 240.000 litros de gasoil para la Base Artigas y materiales de construcción para un proyecto de ampliación y mejora de instalaciones.

RA: Ahí íbamos a llegar. Esta misión es de mayor envergadura porque precisamente el Instituto Antártico Uruguayo está mejorando las instalaciones en la Antártida. ¿Qué podés comentarnos sobre este punto en particular?

MR: Estuve recorriendo la base, también visitando otras bases implantadas aquí como la chilena y la rusa. En el caso de la Base Artigas, es una estructura formada por galpones y viviendas, la mayoría de color rojo con una instalación principal pintada con los colores de la bandera uruguaya, la ampliación y reestructura se concentra en comedores y laboratorios. Buena parte de la carga que llega en el “ROU 04” se destinará a ese fin. Las instalaciones son confortables, bien calefaccionadas por supuesto, y preparadas para albergar lo principal que hasta ahora recibe la Antártida que son investigadores, científicos, y personal de apoyo, porque, recordemos, el Tratado Antártico establece desde sus primeras líneas que este lugar será utilizado con fines pacíficos ante todo.

RA: Sin duda para un país con recursos acotados es un esfuerzo importante el mantener una operativa en la Antártida y es de alto valor simbólico. ¿Cómo viven quienes están en la base uruguaya esa experiencia? ¿La distancia con sus familias, un cierto aislamiento también porque es una zona de difícil acceso…?

MR: Empiezo por la última parte de tu pregunta Romina. El aislamiento es algo que en cierta medida es real. Digo en cierta medida porque se puede ir y venir desde la Antártida pero lo cierto es que no depende de la voluntad de uno sino, y sobre todo, del clima. Aquí la palabra que uno más escucha es “ventana”. La “ventana meteorológica” define las posibilidades de que un barco como el “ROU 04”, a pesar de su gran porte, cruce por mares peligrosos con mayor seguridad. No digo con total seguridad porque nunca la hay en el mar, mucho menos en zonas cercanas a glaciares donde hay desprendimientos de hielo, pero sí se ve un trabajo muy minucioso de análisis de los tiempos de navegación, con la ayuda de meteorólogos a bordo por ejemplo. La misma “ventana” es la que define cuando puede cruzar el avión “Hércules” de la Fuerza Aérea Uruguaya a la base chilena para traer o llevar personal militar o civil, o materiales hasta aquí. Y es el clima el que define también las posibilidades de trabajo del personal de la Base Artigas durante algunas épocas del año. Ahora aquí es el verano y quienes viven y trabajan en la base están abrigados de pies a cabeza con trajes especiales para exposición al frío porque estar mucho tiempo a la intemperie es realmente duro. Uno de los navegantes del barco me dijo una frase que define muy bien esta zona: “Aquí si podés hacer algo hoy, hacelo, porque mañana no sabés si podés”. En cuanto a la distancia del personal con sus familias, tuve diferentes respuestas. En general, lo que pude recabar es que quien está aquí es porque realmente quiere estar aquí, porque le interesa la experiencia, o ya vino y le gusta el lugar y el trabajo.

RA: Igualmente me imagino, a pesar de las comodidades que podrán tener en la base en este momento, una vida mucho más austera, incluso más dura que en condiciones normales…

MR: Eso sin duda. El trabajo que hacen aquí a estas temperaturas es difícil, lo cual, a mi juicio, lo hace todavía más valioso porque depende mucho de la voluntad y vocación de quienes están en este lugar. Es decir, aquí vemos algo que muchos reclamamos en otras áreas de actividad en el sector público: una política de Estado de largo plazo que supone estar presentes en la Antártida, desarrollar investigación en la Antártida, apoyar a la investigación de otros países que están en este lugar, porque en la base uruguaya como en otras hay proyectos de científicos extranjeros en desarrollo. Es, en definitiva, una política de Estado que se mantiene desde hace décadas. Un lindo ejemplo diría yo.

RA: Pensaba en algo parecido cuando comentabas las diferentes ramas de las Fuerzas Armadas e instituciones del Estado involucradas en este trabajo, en esta tarea de abastecimiento que permite en definitiva la permanencia de Uruguay en la Antártida. Hay una cooperación, podríamos decir, interinstitucional para que esto sea posible.

MR: Absolutamente. Absolutamente. En esa cooperación hay como bien señalás efectivos de la Marina, del Ejército, de la Fuerza Aérea; la gente del Instituto Antártico por supuesto, responsable de la base; ayer estuve con técnicos de Antel y de UTE. Creo que es un ejemplo bien interesante de lo que se puede lograr con voluntad y coordinación.

RA: ¿Mauricio, cuando estás volviendo?

MR: Como dicen aquí, si la ventana meteorológica lo permite, estaremos volando, porque vuelvo en avión de la Fuerza Aérea, en las próximas horas hacia el continente y desde allí en vuelo de línea a Montevideo.

***

Crédito foto: Ángela Reyes / En Perspectiva