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Actividad comercial mantiene buen dinamismo pero con disparidad

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La actividad comercial en Montevideo volvió a mostrar un buen desempeño en el segundo trimestre, según indican los resultados de la última encuesta de la Cámara Nacional de Comercio y Servicios que se conocieron la semana pasada.

Emiliano Cotelo (EC): Con estos datos sobre la mesa, nos pareció oportuno dedicar nuestro análisis económico de hoy a examinar en detalle el desempeño y las perspectivas de la actividad comercial. En seguida, conversamos con el economista Pablo Rosselli, socio de la consultora Deloitte.

Romina Andrioli (RA): Pablo, ¿podemos repasar cómo ha sido el desempeño general de la actividad comercial en el segundo trimestre? ¿Cómo analizaron ustedes estas cifras?

Pablo Rosselli (PR): Como lo señala el informe de la Cámara, desde el último tramo de 2016 y más claramente desde el primer trimestre de este año se está observando una mejora en la actividad comercial… Tenemos varios rubros en los que las ventas crecen en términos reales…

Los datos de abril-junio tendieron a confirmar esta recuperación y dejan cada vez más atrás la fase muy recesiva que vivió el sector durante 2015 y la primera mitad de 2016… aunque todavía el panorama al interior del sector sigue siendo bastante heterogéneo.

RA – Justamente sobre esto quería preguntarte… ¿Qué tan generalizado viene siendo este repunte? ¿Cuántos son los giros comerciales que están creciendo hoy en día?

PR – La Cámara elabora un índice de difusión que mide la proporción de rubros en los que las ventas aumentan en términos reales cuando se las compara frente a un año atrás.

Este indicador de difusión se ubicó en 64 % en el segundo trimestre, un valor igual al que habíamos visto en enero-marzo y muy similar al del último trimestre del año pasado pero notoriamente más alto que los que habíamos tenido en 2015 y hasta mediados de 2016, cuando la actividad comercial caía a un ritmo muy fuerte… En ese entonces, ese índice de difusión estaba en torno de 30 %, alcanzando inclusive un mínimo de 11 % en enero-marzo del año pasado.

Por lo tanto, la actividad comercial está en clara recuperación… Eso indica ese índice de difusión de 64 % pero la contracara es que todavía hay un 36 % de los giros que no muestran crecimiento… que siguen cayendo.

RA – ¿Y cuáles fueron los rubros que impulsaron el crecimiento en lo que va de este año?

PR – En línea con lo que venimos viendo desde fines del año pasado, el mayor crecimiento sigue estando a nivel de los bienes de consumo durable, como los automóviles o los electrodomésticos. De hecho, según las cifras de ASCOMA, en el segundo trimestre las unidades vendidas de autos 0 km aumentaron 33 % frente al mismo trimestre de 2016 y acumulan en lo que va de este año una suba de 29 %… Por otro lado, la comercialización de electrodomésticos acumula una suba de 5 % en la primera mitad de 2017.

En estos rubros, que son importados y que en general se comercializan con sus precios en dólares, es claro que la evolución del tipo de cambio, que se ha mantenido por debajo de los $29, ha tenido un rol muy importante… También fue importante el empuje que han tenido los salarios en términos reales… Como hemos comentado otras veces, la caída fuerte de la inflación que tuvimos en los últimos 12 meses determina que los salarios en términos reales estén acumulando aumentos muy significativos… de más de 4 % interanual en enero-junio en el caso del sector privado y de casi 3 % en el sector público. Mayores salarios y precios más bajos (por la caída del dólar) están siendo claves para este repunte del consumo de los hogares y de la actividad comercial.

RA – Está claro, Pablo. ¿Y qué está sucediendo con los otros rubros? ¿Qué otras cosas hay para destacar?

PR – A nivel de los otros rubros estamos viendo situaciones mixtas. Dentro de los bienes de consumo no durables (o corrientes) más relevantes se destacan las ventas en los supermercados y en los bazares, que tuvieron aumentos en términos reales de 1,3 % y 1,7 % respectivamente en la comparación interanual… Estos aumentos se dan, además, luego de varios trimestres de caídas ininterrumpidas. Pero lo contrario está ocurriendo, por ejemplo, con las ventas de vestimenta, que cayeron 3 % interanual y eso en cierta medida sorprende si recordamos que este rubro había mostrado un desempeño relativamente bueno en el último tiempo, destacable si se tiene en cuenta el contexto de recesión general que vivió la actividad comercial… Algo similar está ocurriendo con las ventas de calzados, que cayeron 3 % interanual en abril-junio.

Por otro lado, a nivel de los giros más atados a decisiones de inversión de las empresas y de los hogares, tuvimos en el segundo trimestre desempeños bastante pobres en las ferreterías y las barracas (con descensos de 4 % y casi 10 % interanual), aunque las ventas de maquinaria agrícola y de camiones y ómnibus tuvieron crecimientos muy significativos (en torno de 20 %).

RA – Para terminar, Pablo, ¿qué perspectivas manejan para el sector comercial para lo que resta de 2017 y para el año próximo?

PR – El escenario macroeconómico que estamos previendo debería alentar buenos niveles de actividad comercial para lo que resta de este año y probablemente también para el año que viene. En particular, estamos esperando que el dólar suba muy moderadamente en lo que resta de 2017 y a lo largo de 2018, cerrando el año próximo en torno de $ 31. Bajo ese escenario, la inflación también se mantendría en niveles relativamente reducidos (probablemente por debajo de 7 % anual) y, por lo tanto, vamos a seguir viendo subas de los salarios reales… aunque esas subas serán más moderadas que las de este año (cuando tuvimos la incidencia de una caída fuerte de la inflación)… De hecho, considerando las pautas aplicadas en la última ronda de negociaciones colectivas, probablemente las subas de los salarios en 2018 estarán en torno a 1,5 % real para los trabajadores del sector privado.

Estos dos factores, aumento de los ingresos y dólar barato, deberían ayudar entonces a consolidar este repunte en la actividad comercial… aunque de todas maneras persisten algunos riesgos.

RA – ¿A qué riesgos te estás refiriendo concretamente, Pablo?

PR – Por cierto, si el contexto internacional se deteriorara, eso podría traducirse en una suba más fuerte del dólar… y eso terminaría afectando la demanda de bienes durables…

Pero aun dejando de lado ese factor de riesgo externo, a nivel doméstico también tenemos la limitante de que el mercado laboral sigue sin reflejar en forma clara la mejora que en general está teniendo la economía… Resta por ver, entonces, qué sucede con los niveles de empleo durante los próximos meses…

Otra limitante a nivel doméstico tiene que ver con la confianza de los consumidores. Lógicamente, las decisiones de consumo están muy atadas al clima de expectativas… Las ventas de bienes de consumo durable en particular habían tenido caídas realmente muy fuertes en 2015 y 2016, cuando el dólar subía y al mismo tiempo las expectativas de los consumidores se deterioraban…

Hoy tenemos una situación de expectativas mejor pero que no llega a ser claramente favorable. De hecho, el Indice de Confianza del Consumidor de Equipos Consultores tuvo un descenso mensual de 4 % en julio y está un 4 % por debajo del nivel observado un año atrás… permaneciendo en la zona que ellos llaman de “moderado pesimismo”.

En suma, Romina, lo más probable es que en lo que queda de 2017 y también 2018 deberíamos ver una consolidación de la recuperación de la actividad comercial, pero el escenario no está libre de riesgos y todavía hay varios giros comerciales que no terminan de entrar en el camino de la recuperación.

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