A. Económico

¿Cómo fue la zafra 2016/2017 para el cultivo de soja?

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Este martes fue presentada la cuarta edición del informe “Situación y Perspectivas del complejo oleaginoso en Uruguay”, un informe elaborado por la consultora Deloitte para el grupo Oleaginosos Uruguay, con el análisis de los resultados del cultivo de soja en la zafra 2016/2017.

Emiliano Cotelo (EC): El informe presenta información del área sembrada, el rendimiento, la producción y el impacto de la soja en la economía uruguaya. Para conversar sobre este trabajo estamos en diálogo con el economista Pablo Rosselli, de la consultora Deloitte.

Romina Andrioli (RA): Pablo, ¿en qué consiste el trabajo realizado por ustedes?

Pablo Rosselli (PR): Desde 2014 estamos apoyando al grupo Oleaginosos Uruguay con la realización de este informe, que tiene como objetivo realizar un seguimiento sistemático de varios indicadores clave del sector.

Además de reunir la información disponible en distintas fuentes secundarias, el trabajo proporciona información de fuentes primarias, que se recaba a través de una encuesta a los principales actores del sector y que permite construir bastantes indicadores, por ejemplo con muchos datos por región o zona del país.

RA – Yendo a algunos de los resultados de esta edición, uno de los elementos que resalta el informe es la recuperación de los rendimientos y la calidad de la producción… ¿Qué hay para destacar en ese sentido?

PR – La clave está en que en la campaña que acaba de terminar el clima dio revancha… Si recordamos, la zafra anterior había sido muy afectada por condiciones climáticas sumamente adversas, que no solo habían determinado una caída importante del rendimiento del cultivo (que promedió menos de 2.000 kilos por hectárea) sino que también había comprometido en una proporción significativa la calidad del grano.

En cambio, en esta zafra las condiciones climáticas fueron casi ideales, con la suficiente lluvia para favorecer la floración del grano y con pocas lluvias al momento de la cosecha… Esto permitió no solo logar una muy buena calidad del grano sino también alcanzar rendimientos récord para Uruguay. Concretamente, estamos hablando que para esta zafra el rendimiento promedio habría trepado a algo más de 3.000 kilos por hectárea, lo que implica un incremento de más de 50% respecto al ciclo previo (que había sido muy malo) y de más de 16% respecto al récord anterior, en la zafra 2012/2013.

RA – Y con esos rendimientos, Pablo, ¿a cuánto llegó la producción, entonces?

PR – Si tenemos en cuenta que en esta zafra el área de soja se habría mantenido relativamente estable, en torno de 1.270.000 hectáreas, entonces la producción de soja este año se incrementaría cerca de 60% y alcanzaría a algo menos de 3,9 millones de toneladas… una cifra levemente superior al récord histórico de la zafra 2012/2013.

RA – Con una producción tan importante, ¿qué está ocurriendo con los precios de exportación?

PR – Los precios internacionales mostraron una tendencia decreciente a lo largo del ejercicio, pasando de US$ 400 por tonelada en agosto del año pasado (cuando comienza la zafra con las primeras decisiones de los productores), a unos US$ 340 por tonelada en mayo (al momento de la cosecha). El problema fue que los precios elevados de comienzos del ejercicio solo fueron capturados marginalmente por los productores. De hecho, de acuerdo al relevamiento que realizamos tan sólo un 15% de la producción tenía fijado el precio (con contratos a futuros) antes de fin de año, otro 15% fijó precio antes de comenzada la cosecha y prácticamente un 50% adicional fijó al momento de la cosecha… Y todavía queda un 20% sin fijar precio.

Así, estimamos que en promedio los productores habrían conseguido un precio medio de US$ 345 por tonelada, lo que representa un 6% más que en el ciclo anterior pero que igualmente está muy por debajo de los picos de más de US$ 500 por toneladas vistos años atrás.

RA – Y con esos precios, Pablo, ¿cuánto serían las exportaciones?

PR – El monto total a ser exportado en esta zafra lo estimamos en algo más de US$ 1.300 millones… Eso implica unos US$ 500 millones más que en la zafra anterior…

A su vez, con exportaciones de más de US$ 1.300 millones, la soja se vuelve a colocar en valores muy similares a las exportaciones anuales de carne y celulosa. Carne, celulosa y soja son los tres productos más importantes en las exportaciones de bienes del país.

RA – ¿Y cómo fueron los resultados económicos del cultivo en esta última zafra? El informe señala que hubo una mejora importante.

PR – Es así, Romina… Los márgenes del cultivo repuntaron de forma muy significativa en esta zafra. Por un lado, una cosecha récord con precios algo mejores determinó que los ingresos de los productores aumentaran significativamente. Por otro lado, si bien las nuevas exigencias de calidad por parte del principal comprador de soja uruguaya, que es China, implicaron un incremento en algunos costos de limpieza del grano, los mismos fueron compensados por menores requerimientos de secado y menores penalizaciones en el precio por grano dañado (que en la zafra anterior habían sido muy importantes).

Para poner esto en cifras, según las estimaciones que elaboramos en el trabajo, el margen promedio en la soja se ubicó en torno de los US$ 450 por hectárea (antes de la renta de la tierra)… que sin dudas es muy bueno y alto en términos históricos.

Lógicamente, Romina, que estos valores son para el promedio de los productores y que se observan diferencias significativas de acuerdo a la ubicación geográfica de las chacras… En particular, a nivel del Noreste y Este del país, donde la calidad de los suelos no permite rendimientos tan elevados y donde por su lejanía a los puertos los costos de fletes son superiores, los márgenes obtenidos antes de la tierra rondarían más los US$ 360 por hectárea… aunque es cierto también que las rentas de esas tierras son significativamente menores a las fijadas en el litoral del país.

RA – Pablo, pasemos a los impactos del cultivo en la economía uruguaya… El informe señala que la soja tiene un impacto en el PIB de 1,8%… ¿Cómo hay que evaluar esa cifra?

PR – A nuestro juicio, es claro que la soja tiene un impacto muy significativo en la economía uruguaya… Como señalabas, estimamos que a lo largo de la cadena de valor, el cultivo generó valor agregado por US$ 1.100 millones (un 1,8% del PBI).

Uno de los “mitos” o “ideas” más instalados en relación a la producción agrícola es que es una actividad de bajo valor agregado para el país… Y eso no es así… La producción agrícola, aun cuando no tenga una industrialización posterior (como es el caso de la soja, que se exporta sin industrializar), contribuye de forma importante al valor agregado en el país, tanto por las actividades en chacra como por lo que son sus impactos hacia atrás (en proveedores de insumos y servicios) y hacia adelante, en el transporte, el acondicionamiento, el almacenaje y la comercialización.

Según nuestras estimaciones, de cada US$ 100 que se exportan de soja, cerca de US$ 80 son valor agregado en el país. Esa es otra forma de ver cómo hay mucho valor agregado en la agricultura.

RA – Para terminar, Pablo, ¿cómo están viendo las perspectivas para lo que va a ser la próxima zafra 2017/2018?

PR – Estamos pensando que en el próximo verano se sembrará un área similar a la de este año pero los márgenes van a ser mucho más reducidos si asumimos rendimientos más normales.

Según nuestros cálculos, con 2.400 kilos por hectárea (promedio de las últimas zafras) el margen pasaría de
US$ 450 a US$ 250 por hectárea. Ese resultado dejaría muy poco margen después del pago de la renta de la tierra y refleja en términos generales que Uruguay sigue estando caro en dólares… y que nos falta competitividad… Los resultados de esta zafra fueron muy buenos porque los rendimientos fueron extraordinarios… pero esos rendimientos probablemente no se van a repetir.

El informe completo y la transcripción de esta entrevista estarán disponibles en nuestro sitio web www.enperspectiva.net y en el portal de asesoramiento económico de Deloitte www.objetiva.com.uy