Entrevista con el ingeniero Fernando Brum, presidente de la ANII.
EN PERSPECTIVA
Miércoles 09.08.2017
EMILIANO COTELO (EC) —Hace 10 años Uruguay daba un salto de calidad en la promoción de la ciencia, la tecnología y la cultura emprendedora. En julio de 2007 se creaba la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII).
Este organismo puso a disposición de los uruguayos fondos para el desarrollo de proyectos, becas para posgrados nacionales e internacionales y programas de incentivo al emprendedurismo, tanto en el sector privado como en el público.
En esta primera década la ANII ya lleva 6.000 proyectos apoyados en total, y ha otorgado becas a 3.500 jóvenes.
Vale la pena aprovechar la fecha para hacer un balance y averiguar qué líneas de acción tiene por delante la ANII.
Para eso estamos con el ingeniero Fernando Brum, presidente del directorio.
Recordemos cuáles son los cometidos de la ANII…
FERNANDO BRUM (FB) —La ANII en realidad, más allá de las dos letras, investigación e innovación, incorpora una tercera línea fuerte de trabajo, que se llama formación de capital humano avanzado.
Empezando por el nombre, cuando hablamos de investigación, hablamos de promover la investigación. Hay fondos concursables que financian investigaciones y además se apoya un sistema de gestión de la investigación o de registro de los investigadores, que es el Sistema Nacional de Investigadores (SNI), en el que hay más de 1.700 investigadores categorizados. Que están categorizados quiere decir que sus trayectorias fueron evaluadas por sus pares y que fueron ubicados en diferentes categorías. Esa categoría es algo que se vence, no es de por vida, sino que tienen que seguir haciendo producción científica para mantener o subir de categoría.
Una segunda línea es la de innovación. En la línea de innovación hay acciones que promueven la innovación, por ejemplo la creación de nuevas empresas alrededor de nuevos modelos de negocios. Otra línea es la promoción de la innovación en empresas ya existentes. Y una tercera línea que fuimos incorporando, que no correspondía al principio, fueron una serie de acciones de promoción del emprendedurismo. En ese sentido la ANII coordina la Red de Apoyo a Futuros Empresarios, que tiene más de 50 instituciones, donde hay incubadoras, fundaciones. En estos 10 años se instaló el emprendedurismo.
Y la tercera línea tiene que ver con apoyar estudiantes, en realidad graduados, que quieren continuar sus estudios, quieren hacer maestrías y doctorados, en el Uruguay o en el exterior. Pero también apoyamos pasantías, estadías cortas, apoyamos movilidad. Es muy importante que de repente un grupo o una persona vaya a hacer un curso corto al exterior, vaya a hacer una escuela de verano, o que una empresa vaya a adquirir una tecnología o que se traiga un profesor visitante para dar una materia en una maestría o algo por el estilo. Hay un montón de acciones que promueven la movilidad. Entonces apoyamos becas de maestría y doctorado nacionales, becas de maestría y doctorado internacionales y movilidad. Apoyamos con fondos, pero además con lo que hemos aprendido todos estos años, que es la gestión de todo esto.
EC —Capaz que a propósito de la investigación no hay muchas preguntas sobre su utilidad, pero sí podemos preguntar por qué hay que promover todo esto. En particular, ¿por qué hay que promover la innovación? Es un concepto que está muy extendido, se habla mucho de él, acá mismo en el programa lo hacemos con frecuencia, pero ¿qué utilidad tiene la innovación?
FB —Partamos de la base de que estamos en un mundo dinámico, y más aún, estamos en un mundo extremadamente dinámico. La tasa de cambios que tenemos a nivel de la sociedad, a nivel de la producción, a nivel de la productividad, de la competitividad, de los modelos de negocios cambia muy rápido. Hace 10 años no existía la ANII, pero tampoco existía Facebook, tampoco existía el smartphone, el teléfono inteligente. O sea que hay cambios muy rápidos. Entonces para mantenerse en posición en un ambiente de cambios muy rápidos hay que pedalear muy rápido, porque si uno se queda quieto en realidad no se queda quieto, sino que está retrocediendo. Entonces promover la innovación en un país donde tenemos dificultades para tomar riesgos, con una cultura que en los últimos 50, 60, 70 años no se ha caracterizado por tomar riesgos, en ninguno de los sectores, realizar acciones que promuevan esa toma de riesgo, que en definitiva es bajar los riesgos. Cuando un emprendedor dice “me voy a largar a hacer un nuevo negocio, con un nuevo modelo de negocio y voy a arriesgar tanto dinero”, y le decimos “te aportamos la mitad” –eso es típico, el aporte de ANII prácticamente nunca supera la mitad–, lo que hacemos es bajarle los riesgos, le facilitamos tomar la decisión de tirarse al agua.
