Blogs

La resurrección de Charly

Por

Facebook Twitter Whatsapp Telegram

Por Eduardo Rivero ///

Leí no hace mucho, en una publicación argentina que no recuerdo, una frase increíble sobre Charly García: “está cantando con los intereses y no con el capital”. Como se advierte, lo dieron por liquidado musicalmente y casi por muerto, tras aparecer en público hace algunas semanas delgadísimo y demacrado. Gravísimo error.

Acaba de editarse un disco de Charly que nadie esperaba y que, como si no bastara, nadie esperaba que, de existir, fuera así de bueno. Pues bien: el disco existe y además es excepcional. Random es el regreso del mejor Charly, aquel que entre 1982 y 1994 editara una obra solista impresionante con los álbumes Clics modernos, Piano Bar, Parte de la religión, Cómo conseguir chicas y Filosofía barata y zapatos de goma.

Que está muy enfermo –fue hospitalizado sobre fines de 2016–, que sigue con las drogas, que Palito Ortega le bancó el tratamiento de rehabilitación, que en cualquier momento vuelve a tirarse por el balcón de un edificio, que sigue mortalmente peleado con Calamaro… de estas y muchas otras cosas se hablaba en los programas de chismes y las “revistas del corazón” pero nadie, absolutamente nadie, fue capaz de anticipar que Charly se descolgaría con semejante nuevo disco.

No debieron olvidar de quien se trata: un músico de oído absoluto, un maestro de las melodías pop-rock, un tecladista excelente y un letrista que, por detrás de frases en apariencias tontas, es una suerte de conciencia crítica de la nación argentina, con tanta inteligencia como mordacidad. Y este señor se ve que se moría por volver a grabar (cosa que no hacía desde 2010) y demostrarle a todo un país que seguía vivo y vigente. Vaya si lo ha demostrado.

Random no tiene nada que envidiarle a cualquiera de los discos mencionados que fueron parte, en mi opinión, de su período más brillante.

Es así de divertido, así de lúcido, así de rico musicalmente, así de removedor e incómodo con el poder de los medios y el poder a secas.

Confieso que yo no moría con Sui Géneris, por ejemplo. Me parecía un dúo medio blanduzco con, eso sí, un puñadito de preciosas canciones.

Tampoco curtí a fondo su período con Serú Girán, cuya obra recién recorrería con unos cuantos años de atraso, reconociendo entonces que allí hay mucha buena música.

Pero cuando escuché Clics Modernos y Piano Bar me ganó por goleada y me di cuenta que estaba en presencia de un fuera de serie. Por más que Spinetta haya escrito letras más poéticas o Gieco canciones con más compromiso, es Charly el auténtico padre del rock argentino. También su hijo más destacado y a la vez su espíritu santo.

Random es su disco solista número 13, y en marzo, a poco de editado, ya era disco de oro, pese a la crisis general en la venta de discos que las nuevas tecnologías han traído.

Se dirá que tiene mucha producción, que su eterno compinche, el productor estadounidense Joe Blaney, ha tuneado demasiado su voz, pero el hecho es que Charly vuelve a cantar con tremenda voz y vuelve a destacarse como hábil multiinstrumentista. En este disco canta y toca pianos, teclados, guitarra eléctrica, guitarra acústica, bajo, iPads, batería electrónica, samplers, loops y programaciones. Y es acompañado por un viejo conocido, el baterista Fernando Samalea. Los coros los hace Rosario Ortega, hija de su amigo y mentor Palito Ortega. Las canciones son grandiosas, con letras que no esconden la afilada lengua que Charly exhibió siempre. Por ejemplo, en Primavera, escuchamos los siguientes versos, deliberadamente ingenuos, o no tanto:

“Al fin llegó la primavera/ al fin saldremos a pasear/ al fin el viento en las polleras/al fin piropos al pasar/porque siempre estaré pronto a renacer/porque hoy ya estoy más joven que ayer”.

En efecto: ha renacido y aunque suene muy loco, uno juraría que Charly está más joven que ayer.

En Amigos de Dios, una virulenta crítica al mundo de la televisión argentina, se da el lujo de cantar la siguiente frase:

“Toda esta mierda sucedió/el día en que Tinelli nació”.

Desde Filosofía barata y zapatos de goma que Charly no se escuchaba tan enterito y no ofrecía tantas canciones buenas. Y cabe recordarse que han pasado 23 años desde aquel disco.

Los millones de argentinos que deseaban no envejecer antes de escuchar nuevamente un gran disco de Charly deben estar felices.

Random no tiene desperdicio, desde La máquina de ser feliz, una balada bellísima que abre el disco hasta Mundo B que lo cierra pasando por la irónica Ella es tan Kubrick, la excepcional Primavera, la rockera Otro, la baladística Lluvia, la vitriólica Amigos de Dios y la más que especial Spector, cuya melodía recuerda a Be My Baby, el tema que Phil Spector le diera al grupo vocal femenino The Ronettes a principios de los 60 y que se convirtiera, dicho sea de paso, en el tema preferido para el entonces muy joven Brian Wilson de The Beach Boys.

Charly es rock, por supuesto, pero también sigue fiel a los sonidos de las grandes bandas pop con las que se formó en los años 60 y, sin la más mínima duda, es beatle por donde se lo escuche y todo eso se refleja en este gran disco sorprendentemente despegado de sus dos antecedentes previos, los mediocres Rock and Roll Yo (2003) y Kill Gil (2010). No deja de ser sintomático que Random sea el primer disco de canciones enteramente compuestas por Charly desde el Say No More, disco de 1996.

También es el primer disco que edita luego de un largo período de rehabilitación que parece haber dado sus frutos.

Ha sorprendido de tal manera que hasta el archienemigo de Charly, Andrés Calamaro, ha tenido la caballerosidad de reconocer sus méritos, diciendo: “Está muy bien cantado. Tiene genialidades. Charly suena recuperado”. No es poca cosa.

Cabe esperarse que Random sea el comienzo de una nueva etapa de Charly como aquella de los años 80 e inicios de los 90. Pero con Charly, claro, nunca se sabe. Pase lo que pase, ha demostrado una emocionante capacidad de resurrección y, por supuesto, la vigencia de su intacto talento. Solo alguien como él puede lograr un regreso a su esencia con tanta brillantez. Solo alguien como él es capaz de ser más joven de lo que era ayer.

***

Urquiza esq. Abbey Road es el blog musical de Eduardo Rivero en EnPerspectiva.net. Actualiza los miércoles.

***