A. Económico

Uruguay: Pobreza e indigencia continuaron bajando en 2016

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Sobre el cierre de la semana pasada el INE publicó su informe de pobreza correspondiente a 2016. En el documento se confirma que la pobreza y la indigencia volvieron a caer, consolidando una tendencia descendente que lleva ya más de diez años. Concretamente, la proporción de hogares en situación de pobreza fue 6,2 % el año pasado, mientras que la indigencia cayó a un mínimo de 0,1 % de los hogares.   

Emiliano Cotelo (EC): Frente a esta buena noticia, nos pareció valía la pena analizar los datos con más detalle… ¿Cómo se miden la pobreza y la indigencia? ¿Qué segmentos de la población siguen siendo más vulnerables a estas problemáticas? Lo conversamos con la economista Florencia Carriquiry, de la consultora Deloitte.

Romina Andrioli (RA): Florencia, para comenzar me parece que vale la pena explicar brevemente cómo se calcula la pobreza y la indigencia en este informe del INE.

Florencia Carriquiry (FC): Bien… El INE hace estimaciones de pobreza y de indigencia en base al llamado método del ingreso, que es un método habitual en estas temáticas. Ese método consiste en comparar el ingreso per cápita del hogar respecto de un umbral o una línea de pobreza y respecto de una línea de indigencia. Si el ingreso per cápita del hogar está por debajo de la línea de pobreza se considera que el hogar es pobre y que son pobres todos sus integrantes… Lo mismo vale para la indigencia.

RA – ¿Y cómo se determinan esas líneas o umbrales?

FC –  La línea de indigencia se calcula a partir de una estimación de lo que se considera es el ingreso imprescindible para cubrir las necesidades alimentarias básicas del hogar, mientras que la línea de pobreza procura medir el costo de un conjunto más amplio de necesidades básicas no sólo alimentarias y sino también no alimentarias.

Esas líneas se fijaron en su momento a partir de un estudio de cómo consumen los hogares y del costo de esos consumos y luego el costo de esas canastas de consumo se actualiza año a año… Hay distintas metodologías de cálculo de esas líneas que publica el INE… La que se toma como referencia actualmente es la llamada metodología de 2006 que actualiza las líneas en función de la variación de los precios de todos los productos que componen dichas canastas… tanto de los productos alimenticios como de los no alimenticios.

RA – Y antes de entrar en los resultados, ¿a cuánto ascienden hoy esas líneas aproximadamente? Te lo pregunto porque es una referencia que parece relevante a la hora de interpretar las cifras.

FC –   Sin dudas… La línea de indigencia a fines de 2016 se situaba en unos 2.990 pesos por persona para Montevideo… En el interior el costo de vida es algo más bajo y entonces la línea de indigencia estaba apenas por debajo en unos 2.790 pesos en el Interior urbano. Siempre estamos hablando de valores mensuales por persona… Y, por otra parte, la línea de pobreza, en la medida en que incorpora no sólo el costo de la canasta básica de alimentos sino también el de otras necesidades básicas no alimentarias, es lógicamente más alta… se ubicaba al cierre del año pasado en unos 8.800 pesos por persona en Montevideo y en casi 5.000 pesos en el interior urbano.

RA – Hechas esas aclaraciones, Florencia, veamos qué mostraron las cifras… Emiliano comentaba recién que en 2016 la pobreza se ubicó en 6,2% de los hogares y la indigencia en 0,1% de los hogares. ¿Qué implican esos porcentajes? ¿Cuántas personas vivían el año pasado en situación de pobreza y cuántas personas estaban en la indigencia?

FC – Recién comentabas los porcentajes en términos de hogares… El INE también estima los porcentajes de pobreza y de indigencia en términos de personas. En ese sentido, la pobreza alcanzaba a un 9,4% de la población el año pasado, mientras que un 0,2% de la población podía considerarse indigente. En números redondos eso implica que en 2016 había en Uruguay entre 325.000 y 330.000 personas en situación de pobreza y algo menos de 7.000 personas en situación de indigencia o pobreza extrema.

Al comparar con años previos, se trata como decían al inicio de una baja en estos indicadores en relación a 2015, aunque una baja muy marginal…De hecho teniendo en cuenta los intervalos de confianza en estas mediciones, estamos hablando de registros muy similares en los últimos tres años… desde 2014 podemos decir que están relativamente estabilizados, aunque sin dudas en una mirada más larga son niveles históricamente reducidos… Si bien hubo cambios en la metodología a partir de 2006, de todas maneras podemos afirmar con bastante certeza que estamos en los menores niveles de pobreza e indigencia al menos desde que se tienen estadísticas sistemáticas, que comenzaron al inicio de los años 90.

RA –  Ahora, Florencia, más allá de la baja que ha mostrado la pobreza en los últimos 15 años ¿Cuáles son los segmentos de la población que siguen siendo más afectados por esta problemática? ¿Qué dicen las cifras en términos del impacto de la pobreza por región, por ejemplo?

FC – A nivel de regiones, la indigencia se ubica en niveles similares en todos los casos… en unos 2 habitantes cada 1.000 como mencionábamos antes.

En cambio, la pobreza sigue siendo mayor en Montevideo que en el Interior. Yendo a los datos concretos, mientras que en la capital la pobreza afectaba el año pasado a 12,9% de la población, en el Interior urbano estaba en 7,1% en las localidades de más de 5.000 habitantes y en un 9,7% en las de menos de 5.000 habitantes. En las zonas rurales, en tanto, la pobreza alcanzaba a menos de 3% de la población según este último informe.

De todas maneras, Romina, dentro del Interior, a su vez, hay diferencias muy claras por departamento… Sin entrar en todas las cifras, lo departamentos de Artigas, Rivera, Tacuarembó y Treinta y Tres son, junto con Montevideo, los que exhiben mayores niveles de pobreza, mientras que, en el otro extremo, departamentos del litoral oeste y el centro del país como Soriano, Río Negro, Colonia, San José, Florida o Flores están entre los que presentan los menores niveles de pobreza… Y Maldonado también se encuentra en este último grupo.

RA – ¿Y qué diferencias hay a nivel de la edad de las personas? Una de las preocupaciones en torno a esta temática es que la pobreza sigue siendo un problema muy relevante entre los niños ¿eso sigue siendo verdad?

FC –  Efectivamente. En términos de pobreza extrema o indigencia, los mayores niveles se observan entre los menores de 6 años. Un 0,6% (es decir 6 de cada 1.000) de los niños menores de 6 años están en situación de indigencia (cuando el promedio total de indigencia es 0,2% de la población como mencionamos antes).

De la misma manera, la pobreza también es sensiblemente más alta entre los menores de 6 años (afecta a un 20% de esos niños a nivel del total del país y a casi el 30% en Montevideo). Ese porcentaje prácticamente no ha cambiado en los últimos tres años, aunque sí ha bajado mucho en una mirada más larga… Por ejemplo, los datos de 2010 mostraban que un 34% de los niños de menos de 6 años eran pobres y en 2006 (cuando comienzan a realizarse las mediciones según esta misma metodología) más de la mitad de los niños menores de 6 años eran pobres según esta definición.

RA – Está claro. ¿Y qué sucede a nivel de otros estratos de edad? ¿Cómo se comparan estas cifras que recién comentabas a nivel de pobreza en niños pequeños con las de otras franjas etarias?

FC – Si vamos subiendo en edad, la incidencia de la pobreza tiende a bajar, aunque sigue siendo muy alta en los demás estratos de población infantil y adolescente.

Para mencionar alguna cifra más, casi 17% de la población de entre 6 y 12 años y algo más de 16% de la población de entre 13 y 17 años está en situación de pobreza… Luego el porcentaje baja drásticamente a 7,7% en la población adulta (de 18 a 64 años) y es mucho más reducido entre los mayores de 65 años, en donde la pobreza afecta a menos de 2% de la población en ese estrato de edad.

Esto quiere decir, Romina, que la pobreza sigue siendo un tema muy preocupante entre niños y adolescentes. Y eso tiene que ver con que los hogares pobres son en general bastante más numerosos que los demás hogares y además los integrantes de un hogar pobre tienden a ser mucho más jóvenes… En esto sin dudas sigue estando un desafío clave para las políticas públicas en nuestro país.

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