Entrevista con el doctor Luis Barbeito, director ejecutivo del Instituto Pasteur Montevideo.
EN PERSPECTIVA
Jueves 15.12.2016, hora 8.40
EMILIANO COTELO (EC) —Dialogamos ahora con el doctor Luis Barbeito, director ejecutivo del Instituto Pasteur Montevideo.
¿Agregarías algo más a propósito de la historia que repasaba el doctor Dighiero y de la evolución del Instituto Pasteur Montevideo?
LUIS BARBEITO (LB) —Simplemente quiero mencionar y reconocer el enorme apoyo de una cantidad de instituciones de Uruguay que han dejado un espacio y han contribuido para que este proyecto fuera posible. La Universidad de la República, el Instituto Clemente Estable, el INIA, el LATU, todas las instancias en muchísimos ministerios, el Parlamento. Básicamente queremos agradecer a una cantidad de gente, a una cantidad de instituciones que han hecho esto posible, de lo contrario no se habría materializado.
EC —Hablemos algo más de lo que es el Instituto Pasteur hoy. Este centro de investigación cuenta con más de 20 grupos de trabajo dedicados a problemas de salud humana y animal. ¿Cuántas personas trabajan, cuántos profesionales se desempeñan allí?
LB —Si bien tenemos poco más de 100 empleados en caja, en este Instituto hoy hay más de 240 personas que vienen a trabajar. Eso incluye algo así como 140 estudiantes de posgrado que están haciendo maestrías, doctorados, posdoctorados, e incluye también muchos investigadores que vienen del Instituto Pasteur de París, de la Universidad de la República, en gran número. Todo eso confluye en la puesta en funcionamiento de cinco grandes programas que identifican a este instituto: el Programa de Cáncer, el Programa de Enfermedades Inflamatorias y Degenerativas, el Programa Tecnológico, el Programa Genómico y el Programa de Salud Animal. Esto es una efervescencia muy grande de personas, hay una enorme cantidad de juventud, de gente muy valiosa aquí, que nos privilegia todos los días y que básicamente es el motivo de nuestra preocupación mirando el futuro.
Hay una generación de gente que se está formando en Uruguay con muy buen nivel y que teóricamente tenemos que aprovechar para que Uruguay pueda seguir impulsando un desarrollo basado en el conocimiento y la inteligencia. Esa ha sido la apuesta de este instituto. Como decía Dighiero, este instituto demuestra que es posible ser muy competitivo en estas temáticas de alta tecnología, por lo menos en biotecnología, y que es posible sobre este experimento que es nuestro pequeño instituto –porque nuestro instituto representa apenas el 8 % de todo el potencial científico que tiene el país– montar planes mucho más ambiciosos y que vayan mucho más allá del área de la biomedicina y que impacten en otras áreas.
