Editorial

Disrupciones: De las TICs al periodismo

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Por Emiliano Cotelo ///

Esto que les voy a contar no se escuchó por radio.

Ocurrió el miércoles pasado, a eso de las 8.30, mientras salía al aire una tanda en el programa especial que realizamos ese día desde el Parque Tecnológico del LATU, donde tiene su sede la CUTI (Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información).

Estaba por empezar la nota con Martín Alcalá, un joven de 35 años que es el CEO de la empresa Tryolabs. Cuando Martín se acercó a la mesa, lo saludé y le dije: “Me sorprende que no te haya entrevistado antes”.

Había estado pensando eso mismo la tarde anterior cuando repasaba antecedentes sobre Tryolabs, una compañía uruguaya que Martín y sus socios fundaron hace siete años y que casi enseguida logró algo que hace muy poco podía parecernos inverosímil: vender inteligencia artificial a Silicon Valley, en EEUU, lo que muchos llaman la meca mundial de la tecnología. Con el dinamismo que tiene una industria como esta, que nosotros hubiéramos llegado tan tarde con ese reportaje me daba un poco de vergüenza.

Ahora… ¿Cuándo hubiese sido el momento adecuado para traer aquel caso a nuestras mañanas?  ¿Qué tema de actualidad acuciante debimos haber dejado a un lado para entrevistar a tiempo a Martín?

Esa es una tensión que enfrentamos cada día cuando planificamos el menú de las siguientes emisiones de En Perspectiva. Siendo un programa periodístico dedicado a la actualidad, seguramente ustedes no esperan que sigamos minuto a minuto un rubro tan específico como el de las TICs. Por el contrario, imagino que sí pretenden que estemos bien atentos a la política o la economía y que le hinquemos el diente a los hechos más fuertes de esos ámbitos. De algún modo, ese es el pacto implícito que existe entre ustedes (nuestros oyentes) y yo como director del programa.

Ocurre que ese pacto no me cierra del todo. No me conforma que el programa quede limitado a los temas que ustedes pueden encontrar en el conjunto de los medios de comunicación. No me conforma incluso si sobre esos temas logramos hacer abordajes más originales o profundos que otros. A mí me interesa especialmente que nuestra agenda deje espacio para el aire fresco y para poner sobre la mesa otras realidades, presentes o futuras, buenas o malas, que sean relevantes para el país y/o para la gente, y que quizás están pasando desapercibidas. En muchos casos hasta podría defender que esos otros temas también son lisa y llanamente noticias, aunque no tengan la espectacularidad o el magnetismo de otras situaciones que son las que los medios solemos trabajar en manada.

Pero no es sencillo tomar esas decisiones.

Hacía tiempo que teníamos pendiente un programa especial que aportara una mirada global a la industria nacional de la información y las comunicaciones.  Finalmente lo desbloqueamos. Como se imaginarán, una cobertura como esa no se resuelve de un día para el otro. A esta, en particular, le fijamos su fecha dos semanas antes. Pero este lunes, cuando tuvimos nuestra reunión de producción y miramos cómo venía “la agenda”,  por un  momento nos ganó la duda. ¿Convendría realmente hacer ese programa el miércoles?

El martes la OCDE daría a conocer los resultados de las Pruebas PISA y ese se convertiría en un tema obligado para el programa del día siguiente. Pero también estaban ocurriendo otras cosas. Por ejemplo, en ese momento se mantenía la tensión en el Mercosur por la suspensión de Venezuela y las diferencias que esta ha generado entre Uruguay y los miembros fundadores del bloque, el presidente Tabaré Vázquez estaba de gira por Europa y la Justicia había procesado con prisión a cinco referentes de la barra brava de Peñarol. Y entre el lunes y el miércoles se agregarían dos asaltos singulares ejecutados por criminales violentos y fuertemente armados mientras la basura empezaba a desbordar contenedores de Montevideo, en los primeros pasos de un nuevo conflicto entre Adeom y la intendencia. Todos temas relativamente “cantados” para En Perspectiva. Sin embargo, nuestros planes consistían en dedicarle tres horas a un asunto que no tenía ninguna urgencia y que pertenecía mucho más a los titulares de los diarios del futuro que a los de esos días.

Finalmente, mantuvimos la decisión de hacer el programa especial. Y no me arrepiento.

Tuvimos la oportunidad de palpar de primera mano y acercarles a ustedes una industria que, como destacó Jorge Vidart sobre el final, hace 50 años no existía y hoy se ha transformado en una de las más firmes promesas para la economía uruguaya, un sector que mueve US$ 1.100 millones anuales, de los cuales US$ 300 millones son ventas al exterior. Pero además, no le exporta a cualquiera, sino a países como EEUU y Japón que compran en base a la calidad de la producción de estas empresas nacionales. Se trata de un sector que emplea a 15.000 personas y en el que no hay desocupación, por lo que debería ser una opción de estudio más que atractiva para los jóvenes, aunque todavía muchos, increíblemente, no se animan.

Yo creo que valió la pena. Pero me consta que muchos de ustedes discreparon porque, por ejemplo, entendían que el miércoles teníamos que concentrarnos en el resultado de las pruebas PISA, bastante más allá del primer abordaje que llegamos a hacer ese día, a las 7.30, con el profesor Robert Silva, consejero de la ANEP electo por los docentes.

¿Por qué le cuento todo esto?

Armar el menú del programa siempre ha implicado sopesar variables que están en permanente cambio.  Pero en los últimos años ese cambio se ha acelerado, casualmente, de la mano de la industria de las TICs, esas en las que nos “distrajimos” durante el especial del miércoles. Me refiero a que la proliferación de portales y redes sociales se conjuga para que todos estemos cada vez más informados, por lo menos en un sentido superficial del término. Eso hace que muchos de ustedes, nuestros oyentes, lleguen al programa de cada día con un conocimiento de la agenda noticiosa seguramente superior al que tenían hace cinco o diez años.

¿Y entonces? ¿Qué es lo que esperan de En Perspectiva cada mañana: que abundemos y profundicemos en esas noticias que ya consumieron por otras vías o, por el contrario, que hagamos nuestro aporte yendo en busca de otros asuntos que elegimos nosotros?

Ya sé. No faltará quienes digan que no se puede responder A o B, que la cosa es más compleja. Y sí, hay otras variables en juego, por ejemplo, que una cosa es ocuparse de una noticia a las 24 horas y otra tomarse 48 o 72 horas para digerirla con tranquilidad y documentación.

Igual dejo planteadas estas preguntas. Creo que es interesante que ustedes se coloquen un rato de nuestro lado y piensen en este problema. Y para nosotros será muy útil la devolución. Lo que ustedes nos escriban será particularmente útil, además, en estas fechas cuando el equipo y yo empezamos a pensar cómo y cuánto aggiornar para el año que viene el periodismo que hacemos.

Puede que las respuestas aparezcan muy dispersas y no permitan sacar conclusiones. O puede que sí, que se marque una tendencia clara. Todo dependerá de cuán disruptivos hayan llegado a ser estos nuevos tiempos para la audiencia, o, mejor dicho, para las audiencias.

Ustedes dirán.

***

Emitido en el espacio En Primera Persona de En Perspectiva, viernes 9.12.2016, hora 08.05

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