Concurso de Cuentos

11 de setiembre de 2001
Conocé a los nominados por el jurado y votá por tu cuento favorito

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El Concurso de Cuentos de En Perspectiva te invita a ser parte del jurado y votar para definir el “premio de los oyentes”. Debajo están publicados los cuentos del "11 de setiembre de 2001″ nominados por el jurado y al final de la página el formulario para votar. El próximo jueves 8 de setiembre, al término del programa, se dará por cerrada la votación.

Concurso de Cuentos de En Perspectiva 2016

Edición: Séptimo llamado, agosto de 2016
Consigna: 11 de setiembre de 2001
Jurado: Juan Grompone, Mauricio Rosencof, Alcides Abella, Ana Ribeiro y Gonzálo Pérez del Castillo

Cuentos nominados

Título: Sín título
Seudónimo: 1884

Nueva York, una espléndida mañana de otoño, un cielo descaradamente azul, un vuelo de 360 grados alrededor de las Torres Gemelas. ¿Quién hubiera podido pedir algo mejor para iniciar una luna de miel?

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Título: Sensación
Seudónimo: Alliv

Estaba parado frente a uno de los muros de mármol negro del monumento Zona Cero en Nueva York. Una multitud rodeaba los dos lugares donde antes se erigían las torres. Tenía una sensación extraña, parecía que las cascadas de agua que caían desde los cuatro costados y se perdían en el foso cuadrado más pequeño me atraían hacia el infinito. No supe la razón, hasta que vi mi nombre.

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Título: Nivel 110
Seudónimo: Alminar

Destino anhelado. El primer viaje de esta joven pareja sudamericana los encontró en el mirador de uno de los dos rascacielos más altos de Nueva York. En esa mañana de setiembre, con toda la ciudad a sus pies, el asombro y el disfrute corrían parejos aunque a Julio, sin poder acostumbrarse a esta altura, el vértigo le producía un ligero mareo. “¡Cómo engaña la perspectiva!”, no tardó en exclamar, podría jurar que el avión que se aproxima vuela a menor altura que nuestro nivel.

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Título: Inmigrante
Seudónimo: Canaria

Querida madre:

Prometí escribirte cuando estuviera instalado y así lo hago. Como lo soñara allá en el pueblo, en este maravilloso país todo es posible. Hace bien poco comencé a trabajar como limpiavidrios en una gran torre de cristal, y no lo vas a creer pero ya soy famoso.

Tienes que venir a visitarme. Estoy en Manhattan. Y no temas, no tienes cómo perderte. Verás un pozo enorme con una gran fuente, escucharás el ruido del agua desde lejos y mi nombre está escrito en el muro de granito negro. Aquí te espero.

Tu hijo que te ama.

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Título: La jugada
Seudónimo: Ébano

Los caballos negros habían estudiado minuciosamente la táctica y la estrategia y, separados, atacaron a las dos torres de marfil, con una diferencia de alrededor de catorce minutos, excluyéndolas del tablero.

Fuego, derrumbe, horror y los 110 pisos de cada una arrastraron al abismo a miles de partícipes inocentes, que ignoraban ser piezas de aquel juego macabro.

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Título: Post las Torres
Seudónimo: Return

El flaco, con su gabardina arrugada, debió pasar por la aduana de Schiphol mientras masticaba un desflecado escarbadientes. Vació sus bolsillos en dos bandejas y también el pastiche de madera que llevaba en su boca. Luego pasó a la cabina de rayos.

Mascullando dijo: ¡A la putísima madre que los parió! Pronto salió y, ajustándose el cinto en el último agujero, volvió a guardarse sus cosas en sus bolsillos. Un empleado con cara de poco amigo y de aspecto asiático, sin entender un pito de español, observaba al sujeto que seguía mascullando.

−Yanquis, turcos y rayos holandeses, cagando y cagando con el mal menor, a diestra y siniestra. ¡Viva los cánceres galopantes que se vienen!

Ya caminando con apuro, el flaco se perdió en la “gate” para la Barcelona.

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Título: “Jelou”
Seudónimo: Tina

Mi viejo nunca había salido de Tala, pero juntó peso sobre peso para ir a visitarme a los EEUU.

Mi exilio no fue económico ni mucho menos político; se trató de un berretín amoroso por el que terminé pagando muy caro. Él se mandó a mudar del paisito y yo, detrás de él.

Llegué a New Jersey deslumbrada por la audacia de mi cambio en todos los sentidos posibles.

Trabajaba en un pequeño kiosco vendiendo golosinas. Al llegar esa mañana mi compañera de trabajo, con un tono más antillano que nunca, intentó comunicarme en una sucesión de palabras alocadas algo importante para mí. Solo decía “avión, bomba, muertos”, y yo sin entender, pero tras cada palabra mis ojos se salían cada vez más de sus órbitas.

Estuve todo el día atravesando rutas, buscando datos con una angustia y desesperación indescriptibles. A la noche, sentado en un banco, cansado y desorientado encontré a mi padre. Lo miré aliviada y, mientras lo abrazaba como nunca lo había hecho, él pudo balbucearme un memorable "jelou".

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Título: Sin título
Seudónimo: Vic

El 12 de setiembre, Anuva despertó recordando a su madre, una mujer rusa que había llegado a Afganistán 25 años atrás. Tomó fuerzas y repitió para sí que su nombre, Anuva, significaba "un nuevo comienzo".

Era un día especial, su esposo Ahmed le había comunicado que irían a casa del jeque. Anuva caminó despacio procurando no pasar delante de Ahmed, que a veces se detenía por la fatiga. Luego, ya con las otras mujeres, se escuchaban las voces excitadas de los hombres. Hablaban en voz alta y por momentos se producían grandes gritos: “¡Allah Akbar! ¡Allah Akbar!”

Salió con el pretexto de buscar agua. Su curiosidad fue más fuerte y corrió el tupido visor del burka. Allí estaban los hombres frente al televisor observando una ciudad de grandes edificios con una enorme columna de humo. Se detuvo un segundo pero continuó el camino, antes de ser descubierta.

Al regresar, su esposo estaba muy callado. Anuva esperaba paciente. Entonces Ahmed habló y dijo:

−Es la guerra, ellos vendrán.

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Título: Sin título
Seudónimo: Villence

El estruendo ensordecedor y lleno de tragedia los despabiló a todos en aquella mañana rutinaria de oficina. En los ventanales se agolparon apretujándose para ver aquel espectáculo insólito. Impensado. Una joven exclamó: “¡pobre gente, qué horror!”. Algunos miraban agradeciendo al destino el no estar ahí. Los minutos, pocos, pasaron volando. Después… la nada.

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Título: Miedo y angustia
Seudónimo: Vivencia

A partir de aquel fatídico día, el 11 de setiembre del año 2001 todos supimos que el mundo nunca sería igual. Y no lo fue ni lo es para nosotros, los padres de Analía.

Nuestra hija estudia en Grenoble, Francia, hace ya dos años. Se aloja con cinco compañeras, todas musulmanas, en un apartamento céntrico de esa ciudad. De un tiempo a esta parte, no contesta nuestros llamados ni nuestros mails. Lo que nos consterna es que ha dejado entrever, cuando se ha comunicado brevísimamente con nosotros, que apoya los atentados de París. ¿Qué está pasando? La angustia y el miedo no nos dejan vivir. Decidimos viajar a Francia lo antes posible.

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La votación para el Premio de los oyentes cerró el jueves 08.09.2016 a las 14.00 hs. El viernes 09.09.2016, durante La Mesa de los Viernes de En Perspectiva, daremos a conocer los resultados de la votación y también los premios otorgados por el jurado.

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Foto: Haces de luces apuntan al cielo desde el Ground Zero en homenaje a las víctimas de los ataques del 11 de setiembre de 2001, Manhattan, Nueva York, vista desde Jersey City, Nueva Jersey, EEUU, 12 de setiembre de 2011. Crédito: Kim Carpenter.