Foto: Javier Calvelo / adhocFOTOS
EMILIANO COTELO (EC): La semana pasada el Ministerio de Turismo publicó las cifras oficiales de turismo correspondientes al tercer trimestre del año.
Según estas cifras, el ingreso de turistas a nuestro país siguió aumentando pero, al mismo tiempo, los viajes de uruguayos al exterior (en su mayoría hacia Argentina) se mantuvieron en números récord.
¿Cómo comparan estos datos con los niveles previos a la pandemia? ¿Qué muestran las cifras en términos del gasto realizado por los turistas que llegan a Uruguay y el que realizamos los uruguayos cuando viajamos al exterior? ¿Qué podemos esperar para la próxima temporada de verano, sobre todo ante las incertidumbres que plantea el cambio de gobierno en Argentina? Para profundizar sobre esto estamos con la economista Delfina Matos, de Exante.
ROMINA ANDRIOLI (RA): Emiliano recién adelantaba que los viajes de los uruguayos al exterior siguieron marcando nuevos récords, ¿de cuántos viajes estamos hablando concretamente?
DELFINA MATOS (DM): Desde la segunda parte del año pasado que las cifras vienen mostrando viajes de residentes uruguayos al exterior en cantidades muy altas, sin precedentes en la historia (al menos desde que se tienen datos).
Concretamente, en el tercer trimestre de este año, es decir entre julio y setiembre, se registraron 1.300.000 viajes al exterior. Además, en el primer y segundo trimestre ya se habían dado entre 1.100.000 y 1.200.000 viajes en cada caso. Para ponerlo en perspectiva, en la última década se registraban en promedio unos 500.000 viajes por trimestre (excluyendo el período de restricción por la pandemia), por lo que los niveles actuales de más de 1 millón de viajes por trimestre suponen bastante más del doble de lo que veíamos habitualmente.
Y si miramos estos datos en el acumulado del año estamos hablando de más de 3,5 millones de viajes de residentes uruguayos al exterior entre enero y setiembre. Hay que aclarar que lo que se publica es la cantidad de viajes y no de personas distintas que salieron al exterior, pero en cualquier caso se trata de una cifra enorme.
RA: Es realmente impactante. Ahora, en las últimas oportunidades comentamos con ustedes que esto venía siendo impulsado principalmente por los viajes a Argentina. Asumo que esto siguió siendo así, ¿verdad?
DM: Si. En la situación que estamos, de fuerte desalineamiento de precios relativos con Argentina, la gran mayoría de esos viajes tienen por destino al país vecino. Recordemos que en el tercer trimestre entran las vacaciones de invierno (en julio), este año tuvimos el fin de semana largo de agosto y las vacaciones de primavera en setiembre, varias situaciones en las que, por lo trascendido en prensa, ya habíamos visto que se habían registrado salidas masivas hacia Argentina.
Yendo a los números oficiales, de esos 1,3 millones de viajes en el tercer trimestre, 1 millón fue hacia Argentina, (es decir, poco más del 80%), lo que implicó casi el triple de viajes hacia ese país que en el tercer trimestre de 2019 (antes de la pandemia). Por otro lado, los viajes a Brasil también fueron muy superiores a los que vimos en 2019, más del doble, aunque representaron una parte mucho más pequeña del total (son algo menos del 15% de los viajes del trimestre). En cambio, mirados en su conjunto, los viajes hacia otros destinos (el 6% restante) fueron más de 10% menos que los registrados en el tercer trimestre de 2019.
RA: Yendo al otro lado de la balanza, Emiliano decía al principio que la cantidad de turistas que ingresaron a nuestro país también siguió aumentando, ¿qué podemos destacar de esos datos?
DM: Si, en julio-setiembre ingresaron al país unos 894.000 visitantes. Eso fue un 35% más que en el tercer trimestre de 2019 y supuso que en el acumulado de lo que va del año estemos más de 20% por encima de 2019 y en niveles muy similares a los picos de turismo observados en 2017 y 2018.
Sin embargo, esto se viene dando con una composición de orígenes de esos visitantes muy diferente a la que se veía en esos años pre pandemia.
RA: A ver, ¿a qué te referís con eso?
DM: Me refiero a que, desde la segunda mitad del año pasado estamos viendo un ingreso extraordinario de uruguayos no residentes en estas cifras. Inicialmente eso probablemente estuvo asociado al retorno de las visitas a familiares después de no haber podido venir durante la pandemia, pero es algo que se ha mantenido hasta ahora e incluso se ha profundizado este año. De hecho, en el tercer trimestre el 33% de los visitantes según estos datos del Ministerio fueron uruguayos no residentes, cuando en el tercer trimestre de 2019 habían representado el 21%. Y de esta manera, los uruguayos no residentes incluso superaron a los visitantes argentinos, que usualmente eran el principal origen de los turistas. En el tercer trimestre de este año los argentinos representaron el 30% del total, al tiempo que en 2019 habían sido casi la mitad.
Y, además, otro factor que sobresale en la comparación con los años pre pandemia es que el gasto de los turistas está siendo muy inferior al de los años previos a 2020.
RA: A ver, ¿qué tan inferior? ¿Podemos comentar los datos en términos de gasto?
DM: Sí, claro. En el tercer trimestre los visitantes que llegaron a Uruguay gastaron US$ 323 millones, lo que en términos corrientes supuso un 10% más que en el tercer trimestre de 2019. Pero, si lo medimos en dólares constantes, es decir descontando la inflación acumulada en el período, esa comparación arroja un gasto 14% inferior y en el acumulado del año (hasta setiembre) el gasto acumula una caída de casi 20% real.
RA: Ahora, me pregunto, ¿este menor gasto de los turistas en nuestro país se asocia a ese cambio de mix en los orígenes que comentabas antes o es general? Te lo pregunto porque imagino que los uruguayos no residentes deben gastar menos al venir a quedarse con familiares habitualmente.
DM: El cambio de mix impacta (porque es cierto que hay gastos medios diferentes por origen), pero la realidad es que si miramos el gasto por persona, estamos viendo una caída frente a los montos de 2019 en todos los orígenes (siempre hablando en dólares constantes). Se constatan montos de gasto per cápita más de 30% más bajos en los visitantes uruguayos no residentes, en los argentinos y en los brasileños, y caídas de más de 40% en la misma comparación para el resto de los orígenes en su conjunto.
RA: Con estas cifras, entonces, ¿cómo fue el saldo neto de turismo en el trimestre?
DM: Como dije recién, el gasto de los turistas en nuestro país fue de unos US$ 320 millones en el tercer trimestre. Y por el otro lado, el gasto de los uruguayos en el exterior siguió creciendo. Los residentes en Uruguay gastamos en el exterior unos US$ 560 millones entre julio y setiembre. Eso nos dejó un saldo deficitario de turismo de unos US$ 240 millones en el trimestre.
Considerando que el saldo ya había sido negativo en el segundo trimestre y que la temporada había cerrado con un superávit más bien acotado, estamos hablando de un saldo neto en el acumulado del año a setiembre negativo en US$ 170 millones. Esto es algo muy extraordinario cuando uno mira la historia, ya que Uruguay ha sido tradicionalmente exportador neto de servicios turísticos. Pero, en medio de esta coyuntura tan particular con Argentina, este año seguramente cerremos con un déficit en el balance de turismo.
RA: ¿Y qué están esperando en Exante para los próximos meses? Te pregunto considerando especialmente que no estamos lejos de la próxima temporada de verano y que el cambio de gobierno en Argentina seguramente plantea incertidumbres importantes en este frente, ¿no?
DM: Si, sin dudas que el panorama en Argentina plantea mucha incertidumbre. Los resultados de las elecciones del domingo dejaron un escenario muy abierto de cara a la segunda vuelta, entre dos candidatos muy opuestos en su visión para el futuro.
En cualquier caso, más allá de que es muy difícil saber qué pasará con Argentina en los próximos meses, desde Uruguay tenemos que incorporar que seguramente no vamos a tener una mejora relevante de la situación de precios relativos con este vecino en el corto plazo. Argentina va a seguir estando extraordinariamente barata en dólares en los próximos meses. Y en ese escenario, nuestras proyecciones apuntan a que el turismo emisivo (de salida) se va a mantener firme, seguramente seguiremos viendo en torno al millón de viajes de uruguayos al exterior por trimestre.
Mientras tanto, nuestros pronósticos en Exante apuntan a una temporada de verano 2024 algo peor a la 2023, es difícil hablar de cifras concretas, pero nuestros modelos marcan que tendremos alrededor de un 10% menos de visitantes que en el verano pasado (sobre todo por una menor llegada de argentinos).
En definitiva, a nuestro juicio el saldo neto de turismo volvería a ser levemente negativo en 2024 y todo hace indicar que vamos a seguir viendo un desvío fuerte de consumo hacia el país vecino, con impactos bien relevantes en algunos giros comerciales y algunas zonas (como el litoral del país) sobre todo.