Foto: Mauricio Zina/ adhocFOTOS
Santiago González renunció ayer al cargo de director de Convivencia y Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior. Lo hizo luego de admitir que se atendió al menos una vez en el Hospital Policial, cuando según el mismo ministerio la normativa se lo prohíbe.
El accionar de González había dejado en una posición incómoda al gobierno y al oficialismo, que sostienen que ni siquiera las jerarquías ministeriales pueden atenderse allí y que ese centro está reservado para policías en actividad y en retiro, familiares, cónyuges y concubinos a partir del pago de una cuota que se descuenta del salario de los agentes.
González se reunió ayer con el presidente Luis Lacalle Pou y le presentó su carta de renuncia, en la que se definió como un “hombre de gobierno y de partido” y en la que aludió a la “serie de cuestionamientos” que recibió por haberse atendido en el Policial. El mensaje al presidente fue: “no tengo ningún derecho a ponerlo a usted en la incómoda posición de que una persona de su confianza sea cuestionada éticamente, por lo que doy un paso al costado”.
De todos modos remarcó: “jamás me aproveché del poder, pero si algo está mal, está mal y debe medirse con esa vara a todos, cosa que aplaudo”.
Profundizamos en la noticia, conversamos En Perspectiva con Amin Niffouri, senador por el sector Aire Fresco del Partido Nacional y presidente de la comisión investigadora que se creó en el Parlamento sobre presuntas irregularidades ocurridas en la Dirección General de Secretaría del Ministerio del Interior.
