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Más instituciones bancarias están en problemas: ¿Veremos otro Lehman Brothers? Análisis de Mathías Consolandich (Exante)

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Foto: AFP

EMILIANO COTELO (EC): Los mercados tuvieron otro sacudón el miércoles de noche con la noticia de que Credit Suisse pediría prestados más de 50 mil millones de dólares del Banco Central Suizo y que realizará operaciones de recompra de deuda por alrededor de $3 mil millones de francos suizos. 

En un comunicado emitido el jueves por la mañana, Credit Suisse dijo haber tomado la decisión para fortalecer “preventivamente” su liquidez. Su director general, Ulrich Körner, declaró: "Mi equipo y yo estamos decididos en avanzar rápidamente para ofrecer un banco más simple y centrado en las necesidades de los clientes", lo que adelanta que se vendrá un nuevo plan de reestructura para la entidad. 

Ante estas novedades en el sistema bancario europeo, que se suman a lo que ya veníamos conversando en estos días sobre la quiebra de dos instituciones financieras en Estados Unidos, les proponemos volver sobre este tema con Mathías Consolandich, de la firma Exante.

ROMINA ANDRIOLI (RA): Mathías en estos días los bancos siguieron siendo titulares en los portales de noticias. Ayer los principales bancos de Estados Unidos depositaron sin garantías 30 mil millones de dólares en el First Republic Bank, otra de las instituciones que estaban comprometidas y cuyas acciones cayeron bruscamente esta semana. A eso se suma que el Credit Suisse también parece estar en problemas.

MATHÍAS CONSOLANDICH (MC): Si Romina, hablamos el otro día con ustedes del quiebre de dos bancos regionales en Estados Unidos, que a priori no son sistémicamente claves pero que tampoco son despreciables en su tamaño. El First Republic Bank es otra institución distinta pero que está dentro de esta categoría digamos.

El miércoles comentábamos que la respuesta de las autoridades de Estados Unidos fue muy rápida y contundente. Decíamos que no solamente aseguró a los depositantes sus fondos (incluso más allá del tope cubierto por el seguro de depósitos), sino que también se dieron mayores facilidades de crédito a otras entidades que podían estar atravesando situaciones similares. Esas líneas de crédito, a su vez, se dieron tomando como garantía los bonos del Tesoro y otros bonos “seguros” tomados a la par. Esto quiere decir, tomados a su valor nominal y no a los precios “castigados” de estos días. 

Pero lo que estamos viendo con el Credit Suisse es otra cosa, acá estamos ante un problema distinto. 

RA: ¿Distinto en qué sentido Mathías? 

MC:  En varios sentidos, primero porque como mencionaba Emiliano acá no estamos hablando de que hubo una intervención directa de la institución, cómo si ocurrió en Estados Unidos. 

Credit Suisse acudió de manera voluntaria a solicitar fondos y su plan es recaudar dinero en los mercados. Obviamente nadie pide liquidez por esos montos sin una razón fuerte y, junto con el desplome de las acciones estos días, inequívocamente eso da cuenta que estamos ante un banco en problemas. Pero, reitero, estrictamente no es un banco que hoy esté ni cerrado ni intervenido. 

Ahora, diría que las diferencias entre lo que veníamos hablando de los bancos estadounidenses y lo que estamos hablando hoy también son diferencias en la raíz del problema y en el tamaño del problema y por tanto las implicancias sistémicas pueden ser muy distintas.   

RA: Vayamos primero por las causas entonces Mathías, ¿Qué que ocurrió en Credit Suisse y por qué es distinto a lo que veníamos conversando?

MC: Como decía, el origen de los problemas no es exactamente el mismo. En el caso del cierre del Silicon Valley Bank, comentábamos el miércoles que según lo que trascendió hasta ahora, parte importante del problema estaba en el descalce que tenía su balance. Y en que el banco había invertido en activos de largo plazo considerados “seguros” pero que tuvieron una desvalorización muy importante el año pasado producto de la suba de tasas. 

En el caso de Credit Suisse, sin embargo, las pérdidas se vienen generando por diversos conceptos, varias operaciones y transacciones que no han dado resultados positivos a la institución en los últimos años, en definitiva, hay pérdidas del negocio, que de hecho vienen valiendo sucesivos planes de reestructura en los últimos 10 años. No es solo la casuística de lo que pasó el año pasado con activos que tradicionalmente habían sido muy seguros. 

Esto hace también que lo que esté ocurriendo sea menos sorpresivo. En la industria ya se sabían las debilidades de la institución, el regulador seguramente ya estaba alerta porque este es un banco más grande y por ende más regulado, los propios informes del auditor ya alertaban de algunas de estas debilidades. Sin duda que lo que ocurrió en estos días generó mayor nerviosismo y las declaraciones que hizo su principal accionista, el Banco Nacional Saudi, de que no iba a inyectar más dinero en la institución fueron muy infelices y no ayudaron, pero la fragilidad del banco no es algo nuevo.

RA: Y en cuanto al tamaño del banco, ¿qué tanto más importante es Credit Suisse que los bancos americanos que se cerraron el fin de semana? 

MA: Esta es la otra gran diferencia, y es enorme. Es más grande en tamaño absoluto, porque sus activos alcanzaban los 575 mil millones de dólares, es decir entre dos y tres veces más grande que el Silicon Valley. Un tamaño que se acerca más a lo que era el total de activos de Lehman Brothers, que a precios de hoy son unos 800 mil millones. 

Y más grande también en términos relativos, respecto a lo que es el banco central de suiza, que claramente es una institución mucho más chica y con una capacidad de acción más reducida que la Reserva Federal. 

Por lo tanto, las implicancias sistémicas de un caso y otro pueden ser muy distintas y el desenlace de esta situación todavía no está muy claro. 

RA: ¿Cuáles serían los caminos de salida de este episodio? ¿También estamos hablando de una liquidación del banco por parte del regulador?

MC: Bueno depende, primero está el escenario de que la solución que hay hoy arriba de la mesa funcione. El banco espera recibir los fondos y presentar una reestructura creíble a los mercados, la realidad que esta sería la octava restructura desde el 2011 si se anuncia. Es cierto que las acciones de la institución rebotaron fuerte ayer, pero los mercados no parecen muy seguros de que vaya a funcionar. Un ejemplo de esto es que el costo de las coberturas que alguien puede tomar para cubrirse del riesgo de contraparte del Credit Suisse se multiplicaron por tres entre los valores que había a principios de mes y las cotizaciones que figuraban ayer. 

Si el plan de reestructura queda por el camino, la liquidación es una opción, pero en la prensa circulaba ayer que lo más probable que haya algún otro banco dispuesto a adquirirlo. Si hay interés de terceros, eso es mucho más simple que liquidar la institución de a partes. 

RA: En la noche del miércoles, cuando se dio a conocer la noticia de que Credit Suisse pedía la línea de apoyo del Banco Central, en las redes sociales y en la prensa especializada se mencionaba que el Banco Central Europeo quizás ponía en pausa su proceso de ajuste de tasas, para no tensar o exacerbar los problemas del sistema financiero. Ayer, sin embargo, anunció otra suba de medio punto porcentual en las tasas de referencia de la política monetaria. ¿Cómo leyeron esa señal? 

MC: Este es un dilema grande que está enfrentando la política monetaria y que seguramente va a seguir presente por varios meses. La repuesta típica a una situación como esta en el pasado ha sido un relajamiento monetario rápido por parte de las autoridades, dotar de mayor liquidez a los mercados. El problema es que este episodio del Credit Suisse, al igual que los cierres de los bancos en Estados Unidos, nos encuentra con los bancos centrales combatiendo los niveles altos de inflación que hay en estas economías. 

Como tú decías, la respuesta inicial del Banco Central Europeo de ayer fue, al menos por ahora, seguir con el plan de ajuste monetario en curso y priorizar el objetivo de reducir la inflación. De todos modos, no estaría tan seguro de que, si la crisis tomara otra envergadura, la postura seguiría siendo la misma. 

En este momento todo el foco pasa a estar puesto en la reunión que tendrá el Comité de Política Monetaria de la Reserva Federal el 22 de marzo. 

RA: ¿Se espera que la Fed también siga subiendo la tasa?

MC:  Sí, pero probablemente menos de lo que lo hubiera hecho sin estos eventos. Lo digo porque en los últimos meses vimos un repunte de la economía y las presiones de inflación resultaron ser algo mayor a las previstas. Antes de la caída del Silicon Valley, el presidente de la Fed había sostenido públicamente que eso podía justificar que el nivel final de las tasas de interés podría ser más alto de lo previsto. Sin embargo, si hoy miramos lo que indican los mercados de futuros, lo más probable es que el ajuste sea de solo cuarto punto porcentual e incluso parece haber una probabilidad no despreciable de que no haga movimientos.